lunes, 28 de octubre de 2013

IMPACTO DE LA LIPOATROFIA EN LA SALUD PSICOLOGICA

CESIDA presenta el primer estudio nacional sobre el impacto de la lipoatrofia en la salud psicológica de las personas con VIH-SIDA:

  • Autoexclusión: Las personas con VIH-SIDA a menudo interiorizan las creencias y actitudes de rechazo de la sociedad, lo que desemboca en sentimientos de auto-estigmatización o en conductas de auto exclusión. El estudio evidencia que los entornos laboral y social son donde la lipoatrofia influye en mayor medida en la auto exclusión. 
  • Entorno laboral: 1 de cada 4 han vivido esta exclusión en el entorno laboral. Más de un 35% han abandonado el trabajo en alguna ocasión y un 28% ha decidido no buscar trabajo o no presentarse a una promoción. 
  • Actividades sociales: Un 30% de las personas se han visto excluidas en actividades sociales y un 19% se han visto discriminadas en alguna ocasión en actividades como cocinas, comer en familia, dormir en la misma habitación que otra persona,etc.
  • Ámbito sanitario: 7 de cada 10 han vivido la exclusión en el entorno sanitario.1 de cada 5 encuestados afirman que se les ha denegado algún servicio de salud en alguna ocasión. 
  • Adherencia al tratamiento: Un 40% ha manifestado tener una dificulta media o alta para tomarse el tratamiento por temor a la lipodistrofia. 6 de cada 10 personas con VIH-SIDA expresan un alto temor a desarrollar este síndrome en el futuro. El 19% ha pensado en abandonar el tratamiento por temor a desarrollar la lipodistrofia.
  • Variables sociodemográficas: Los resultados señalan que el sexo, la edad, el nivel educativo y el grado de apoyo social son variables que influyen en la salud psicológica y la vulnerabilidad frente al estigma y la discriminación. Es por esto que las mujeres son más vulnerables en todas las variables estudiadas, ya que perciben más las manifestaciones de la lipodistrofia y manifiestan más dificultades de adherencia al tratamiento por este motivo. 
 

Desde hace unos años, se está trabajando en la incorporación de la cirugía reparadora en este desgaste facial, lo cual supone un paso adelante para dar respuesta a las situaciones de estigma y discriminación asociadas a la infección por VIH-SIDA. El tratamiento más utilizado y menos invasivo han sido los rellenos faciales con materiales sintéticos o con su propia grasa. Esta técnica permite recuperar un aspecto más saludable en personas cuyos rasgos se han deformado por culpa de la enfermedad. 

  Rocío Gay


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