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lunes, 3 de febrero de 2014

LA PASTILLA POSTCOITAL



Hoy nos centraremos en el tema de los anticonceptivos, y en especial en la pastilla poscoital y el uso que la mayoría de las jóvenes hace de ella, buscando noticias me encontré con una noticia del periódico El País que trata este tema: 


En el artículo muestra un estudio que desmonta la idea de que se abusa de la píldora poscoital, la encuesta se realiza entre mujeres de 14- 50 años, Entre sus conclusiones, que se mantienen, está que ninguna de las encuestadas la utiliza como sistema de anticoncepción habitual, y que las menores de 16 años apenas la usan (en la encuesta de 2013 el porcentaje es 0, pero puede deberse a que la muestra del trabajo -1.200 mujeres- es inferior a la de 2011 -6.200-).

En total, el 14,7% de las mujeres dice que la ha empleado alguna vez en su vida, un porcentaje que baja al 3,5% cuando se les pregunta si lo han hecho el último año. En 2011, con la liberalización de la venta reciente, los porcentajes eran muy parecidos: un 14,1% que la había usado alguna vez en su vida (es normal que este porcentaje aumente ya que se van acumulando) y un 3,9% en el último año (lo que es un indicador mucho mejor de su uso). La causa principal era en ambas encuestas problemas con el método usado (mayoritariamente el preservativo).

De las que la han usado, el 75% lo ha hecho solo una vez, un porcentaje casi clavado ambos años.

También fuera del asunto de la píldora, han bajado las que, teniendo relaciones (la encuesta se hace a mujeres entre 14 y 50 años), afirman que no usan ningún método anticonceptivo. En 2011 eran el 18,1; este año eran el 15,5. Las que, simplemente, no tienen relaciones, se mantienen igual: el 6,4 en 2011 y el 6,5% en 2013.

Inmaculada Carrillo

lunes, 27 de enero de 2014

LAS BOLAS CHINAS

Las bolas chinas son conocidas por todo el mundo, lo que no todos saben es su función real y como se pueden utilizar para sacarles el máximo partido. Para empezar comentar que son dos bolas unidas entre si con un cordel en un extremo para poder sacarlas de la vagina fácilmente. Cada una contiene otra bolita metálica que se puede percibir con el movimiento.

Aunque mucha gente piensa que son juguetes sexuales, en realidad son una forma de ejercitar la musculatura que rodea la vagina, que forma parte del suelo pélvico y que tiene influencia sobre la salud femenina y su vida sexual. Podemos pensar en las bolas chinas como una pesa que, bien utilizada, fortalecerá y tonificará la musculatura proporcionándonos grandes beneficios.

Aunque, en principio, no tienen la capacidad directa de dar placer, las bolas chinas pueden mejorar nuestra vida sexual notablemente. El ejercicio del suelo pélvico, en general, mejora el tono de la vagina y, con ello, su salud, incrementando la sensibilidad de la zona y potenciando la sensación orgásmica.

Además, las bolas chinas en concreto, mejoran la lubricación vaginal notablemente y es un efecto que se nota desde los primeros usos. Las bolitas metálicas de su interior, golpean las paredes de la vagina con el movimiento, mejorando la circulación sanguínea de la zona y estimulándola de tal manera que, al extraerlas, ya podremos ver como han logrado un nivel de lubricación que no teníamos antes.
 
La mayoría de las mujeres necesitarán un poco de lubricante para poder introducirlas en la vagina fácilmente, no es algo imprescindible si contamos con gran cantidad de flujo vaginal, pero no suele ser el caso. Después de colocar el lubricante, introduciremos las dos bolas en la vagina dejando el cordel fuera. La postura para hacer esto depende también de cada mujer, de pie con una pierna apoyada en una superficie más alta, en cuclillas, sentada o tumbada, suele funcionar la misma postura que utilizamos para introducir los tampones. 
 
Cuando nos incorporemos, las bolas se moverán debido a la gravedad y la lubricación y es posible que tengamos la sensación de que se van a caer, en ese momento contraeremos la musculatura (consciente o inconscientemente) para evitar que se caigan y será cuando comience el “efecto pesa”. Mientras las llevemos puestas debemos estar de pie o caminando, nunca sentadas o tumbadas.Las extraeremos tirando del cordel.

Hacer pesas todos los días no está mal pero no es imprescindible para mantener un tono muscular adecuado, tres veces por semana es suficiente y no pasa nada si dejamos de utilizarlas durante unos meses. Son unos músculos finos que se fortalecen rápidamente y, con simples cuidados, se mantienen en forma durante tiempo. 

Cada vez que las utilicemos debemos estar con ellas durante 20-30 minutos. Sobre todo al principio es muy importante no llevarlas mucho más tiempo ya que podemos sobrecargar el músculo y tener molestias (agujetas) e incluso lesiones como contracturas.

Pedro Cortés

lunes, 13 de enero de 2014

EL TABU DE LA MASTRUBACION FEMENINA



Existe un fuerte  tabú en lo referente a la masturbación femenina en comparación con lo extendida, aceptada y visible que resulta la masturbación masculina, sobre la que los hombres hablan, sin apenas sonrojo, delante de casi todo tipo de audiencias. Incluso no presenta un espacio amplio en el lenguaje coloquial en comparación de los múltiples términos para referirnos a la masturbación masculina.

Es más, a las propias mujeres les cuesta reconocer que lo practican o que alguna vez se han masturbado, incluso entre ellas. De manera que no se habla sobre ello abiertamente y en vez de centrarse en cómo hacerlo o la incidencia que puede tener dentro de una relación se tiende a hablar sobre los juguetes que existen para hacerlo, pero sin abordar directamente el tema en cuestión, siendo difícil hablar de ello debido al lenguaje limitado.

Entre las razones por las que ocurre esto es porque a las mujeres les da más vergüenza hablar sobre su intimidad, quizás porque en la cultura judeocristiana se ha castigado que la mujer experimentara placer, pues su función era traer niños al mundo y practicar sexo con la única finalidad de disfrutar. Y la masturbación femenina, por consecuencia, era castigada.

Incluso biológicamente la mujer presenta un problema que ha dificultado el desarrollo pleno de su sexualidad ya que sus genitales se encuentran ocultos y no los explora desde la infancia y cuando lo hacen se las regaña. A diferencia de los niños que cuando juegan con su pene se ve algo normal.

La masturbación femenina nos ayuda a conocernos mejor a nosotras mismas y a disfrutar de la sexualidad individual y en pareja, ya que muchas mujeres esperan que su pareja descubra lo que les produce placer, y es un error pues nunca van a ser tan eficaces en la búsqueda como una mujer consigo misma (así cuando esté en compañía sabrá lo que quiere y podrá pedirlo, haciendo el sexo más placentero). Además no solo nos ayuda en el tema de la sexualidad, sino que ayuda a fortalecer el suelo pélvico previniendo posibles problemas de pérdidas de orina, haciendo que las primeras contracciones del parto sean más eficaces, ayudando a dormir mejor e incluso alivia los dolores menstruales.

Lo bueno es que cuando se empiezan a hablar de los tabúes dejan de serlo, por ello hay que aprender a eliminar las limitaciones pues la masturbación femenina es algo tan natura y tan beneficioso como la masturbación masculina y no debe verse como algo negativo.