Todos conocemos esas situaciones en
las vemos a alguien y nos enamoramos perdidamente de esa persona,
algunos la han experimentados y y otros solo saben que existe. Pero el
amor a primera vista ¿tiene una base biológica que los justifique, o es
solo ficción?
Los
estudios han corroborado que si vemos a alguien que físicamente es muy
simétrico o con movimientos corporales muy fluidos, eso es mucho más
atractivo e interesante sexualmente para nuestro cerebro. No se trata de
algo que pensemos, sino de algo que sentimos, es como una sacudida en
el cerebro. No solo implica lo visual, sino también el tacto y el oído.
Las feromonas y el sentido de la vista trabajan conjuntamente cuando
vemos moverse a alguien porque no sólo miramos su rostro, sino que
observamos cómo se mueven todas las partes de su cuerpo. Así que hay una
parte de todos nosotros que se siente especialmente atraída por esa
persona, se quien sea, por la que experimentamos atracción sexual.
Dicho
esto, conviene aclarar que el amor en general, no ha sido excesivamente
estudiado y a pesar de ello hay multitud de teorías planteadas de
infinidad de disciplinas distintas. La psicología social, las
Sociología, la antropología en incluso la teología han abordado este
tema con menor o mayor acierto. En este sentido y en defensa de todas
las disciplinas hay que decir que es un tema complejo ya que implica nos
solo aspectos físicos sino también emocionales, sentimentales, sociales
e incluso cognitivos.
En
definitiva, creáis o no en los flechazos y cualquiera que sea la
explicación que tenga el amor es una maravillosa sensación y nuestro
consejo es que los aprovechéis de forma sana y saludable. No olvidéis
nunca que el amor debe ser algo bueno y proporcionar muchas más alegrías
que tristezas.
Antonio García y Pedro Cortés
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